Bañar a mi perro con jabón Lagarto
¿Puedo bañar a mi perro con jabón Lagarto o lavavajillas?
Parece que esta costumbre está más extendida de lo que parece. Su uso en animales va desde producto de lavado cotidiano, hasta remedio para tratar problemas de piel, cola grasa en gatos y malos olores. El jabón lagarto, también conocido como jabón de barra, jabón chimbo, jabón azul, jabón zote, etc., es de los más utilizados y se le atribuyen propiedades que no tienen lógica alguna.
La realidad es que tanto los lavavajillas como los detergentes de ropa en cualquier presentación están formulados principalmente con tensioactivos (o jabón), perfumes y poco más. Los tensioactivos usados son los que actúan como detergentes y están formulados para conseguir arrancar la mayor cantidad de grasa y suciedad con el menor esfuerzo y en la menor cantidad de lavados, y salvo algunos lavavajillas que pueden tener una formulación que “cuide” nuestras manos, no están pensados para cuidar y proteger la piel o el pelo porque simplemente no están destinados a ello.
Un champú adecuado para personas o animales tiene en su formulación una cantidad mucho menor de tensioactivos y además, añaden ingredientes que protegen tanto el pelo como la piel evitando así excesiva resequedad, irritaciones, ulceraciones oculares por contacto, etc., además de que lógicamente los ingredientes están seleccionados y combinados para distintas superficies: la piel y el pelo no se parecen en absolutamente nada a un tejido de algodón o poliéster y mucho menos a la porcelana, plástico o acero de los utensilios de cocina.
¿Y cómo es posible entonces que no se nos caigan las manos a trozos cuando estamos en contacto con estos detergentes? Porque los fabricantes asumen que en el lavado a mano de los platos o la ropa estaremos en contacto con ellos por largos períodos de tiempo, así que tratan de crear fórmulas que no nos resequen demasiado las manos, pero esto no significa que por ello podamos lavarnos todo el cuerpo y el cabello sin sufrir efectos secundarios. Y ni os cuento lo que arde si os entra uno de estos detergentes en los ojos.
La piel de las manos es distinta a la del resto del cuerpo, la capa córnea (stratum corneum), que es la capa exterior de la epidermis, es mucho más gruesa en las manos y algunas zonas de las plantas de los pies. Esta capa es el escudo exterior formado por células muertas y actúa como barrera antimicrobiana, protector solar, antioxidante… y restringe el movimiento de agua a través de la piel, es decir, actúa como un impermeable tanto para el agua que entra como para la que sale. Podemos decir que la piel de las manos está preparada para soportar mucha más fricción y más agresiones que el resto de nuestro cuerpo, algo similar a las almohadillas de los perros que tienen la piel más gruesa para soportar la fricción al andar.
Pues bien, en los perros y gatos la capa córnea es más delgada que en la piel humana, digamos que bañar a un perro o gato con estos productos sería el equivalente a bañar con ellos a un niño pequeño. Limpios quedarán, seguramente no habrá perro, gato o niño más limpio en kilómetros a la redonda, habremos eliminado hasta la última mota de polvo, grasa y mal olor a costa de eliminar también la capa lípida que es parte de la capa córnea y que ayuda a regular su funcionamiento. Aunque utilicemos después mascarillas o acondicionadores y creamos que hemos solucionado el desastre que hemos hecho en el baño, no existe a día de hoy un producto capaz de sustituir o renovar por completo la capa lípida perdida que está formada principalmente por ceramidas, ácidos grasos y colesterol.
¿Y qué pasa cuando arrasamos con la capa lípida? Pues básicamente que alteramos la estructura y funcionamiento de la capa córnea, perdiendo impermeabilidad y dejando la piel más expuesta a las agresiones externas. Esto es debido a que la capa lípida actúa como el cemento de la capa córnea uniendo las células queratinizadas entre sí y al perderla, estas células se sueltan de forma prematura presentándose en forma de descamación de la piel con el consiguiente adelgazamiento “forzado” de la capa córnea. A esto podemos sumarle posibles irritaciones, picores y sensación de tener la piel tirante.
Otra cuestión a tener en cuenta es el efecto rebote de las glándulas sebáceas, que ven alterado su funcionamiento al resecar excesivamente la piel, lo que producirá mucha más grasa de la normal derivando en mal olor y mayor suciedad, ya que en el pelo y piel grasos la suciedad se adhiere muy fácilmente. Es por esto que los que usan estos productos para bañar a sus perros o gatos entran en un círculo en que el animal huele fatal a los pocos días del baño o produce grasa mucho más rápido de lo normal y recurren de nuevo a estos detergentes que no hacen más que empeorar cada vez más la situación.
No solo la piel se ve afectada por estos detergentes, también el pelo sufre las consecuencias. La cutícula es la parte exterior del pelo que al igual que la capa córnea en la piel sirve de escudo a las capas interiores. A diferencia de la capa córnea que puede regenerarse, el cabello dañado no puede hacerlo, así que el daño que le ocasionemos no tiene solución. Los tensioactivos suelen ser no solo irritantes, sino que tienen la capacidad de “erosionar” algunas superficies entre las que se incluye la cutícula del pelo. Un producto adecuado no causará daños, los tensioactivos son suaves y salvo que hagamos muy mal uso del producto (como no aclarar correctamente el pelo), un buen champú jamás dañará la cutícula, pero los detergentes de platos y ropa si lo harán, perforando la cutícula y dejando las fibras interiores expuestas, lo que terminará con un pelo áspero, frágil y de aspecto encrespado. Y ya ni hablar de que los buenos champús ayudan a mantener la hidratación, contienen humectantes y otros ingredientes que mejoran la calidad de la piel y el pelo.
Los tiempos cambian y la ciencia y tecnología dan pasos agigantados. No es comprensible seguir utilizando los productos de la abuela y que “se han usado toda la vida sin que pase nada” habiendo infinidad de alternativas más sanas y de mucha mejor calidad. No estamos hablando de la receta de unas albóndigas que no dudo que la de la abuela sea la mejor, sino de la salud y bienestar de nuestros animales.
VISTO EN: https://groomies.es/es/blog/10_banar-a-nuestro-perro-con-jabon-lagarto.html
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