Cómo cepillar y con qué son dos de las dudas que más se suelen preguntar a los peluqueros caninos.

En el mercado tenemos todo tipo de variedades según el perro/gato que tengamos, no vamos a utilizar el mismo utensilio para uno que tenga el pelo corto a uno de pelo largo…

Para un perro de pelo corto, utilizaremos alguna manopla de goma, o algún cepillo de cerdas para estimular y poder desprendernos del pelo que nos van dejando por casa, mientras que a un perro de pelo medio/ largo, utilizaremos una carda, para poder desenredar bien y quitar nudos, cepillo de mantequilla, para intentar romper el menor pelo posible y un peine de metal, para asegurarnos de que no queda ningún tipo de nudo en nuestra mascota.

Tenemos que pensar, que su pelo, es su protección ante todo lo que se encuentra a su alrededor, y lo tenemos que mantener lo más cuidado posible.

Para poder llevar a cabo un buen mantenimiento, debemos de hidratar el pelo antes para que tenga elasticidad, si cepillamos un pelo seco, lo vamos a romper más, y como consecuencia vamos a tener un manto lleno de nudos sin saber porque… Lo podemos hacer con un bipashico y si no disponemos de el, en un pulverizador, ponemos una cucharada de alguna mascarilla (si puede ser para mascotas mejor) lo cubriremos con agua caliente, agitamos bien para poder romper y crear una especie de mousse, después rellenaremos con más agua para que sea más líquido.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es el espacio donde vamos a trabajar con nuestra mascota, siempre un espacio elevado y estable, para que nosotros y ellos se sientan cómodos.

Debemos de seguir siempre una misma línea de trabajo, para así asegurarnos que vamos cepillando correctamente todo el manto. Se puede empezar por la pata trasera derecha, empezando por el pie, subiendo hacia el cuarto trasero y terminando por la espalda. La carda, o cepillo de mantequilla, lo debemos siempre utilizar dando pequeños golpecitos, así de esta manera, vamos cogiendo el pelo y estirándolo, para poder ahuecarlo bien. Lo haremos capa por capa, desde dentro hacia la punta. Cuando tengamos una zona cepillada, nos aseguraremos de que no tenemos nudos pasando el peine. Si encontramos alguno pequeño, lo que haremos será, agarrar bien la piel, para no lastimar, y estiraremos poco a poco para poder sacarlo.

Para poder cepillarles bien las patas y no hacerle ningún daño, siempre cogeremos de la parte del codo o de la rodilla, así de esta manera mantendremos la articulación bien.

Si encontrásemos un nudo grande, pulverizaremos bien la zona, e iremos abriendo con los dedos, desde la base, así de esa manera lo desharemos, después nos ayudaremos con la carda y el peine hasta que quede totalmente suelto.

Para terminar y asegurarnos de que hemos hecho un buen trabajo, pasaremos el peine por todo el manto y patas, así comprobaremos que no quedan nudos.

Sea cual sea el pelo que tenga nuestra mascota, debemos de cepillar siempre a favor de pelo.

 

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